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Los cuidadores a menudo se preguntan: "¿Cuándo debemos llamar al hospicio?" No hay una respuesta simple a esa pregunta; sin embargo, las siguientes son preguntas a tener en cuenta para ayudar a tomar las mejores decisiones informadas para usted y sus seres queridos. 

¿Cuándo debo llamar al hospicio?

  • ¿Qué cambios he visto en la salud de mi ser querido en el último año? 

  • ¿Cómo espero que cambie la condición en el próximo año?

  • ¿Qué es lo que más me preocupa en este momento?

  • ¿Me siento triste, agotado, enojado, aislado, culpable, ansioso o deprimido debido a los cambios en nuestras vidas?

  • A qué decisiones nos enfrentamos en cuanto a tratamientos y/o medicamentos.

  • Cómo se ha visto afectada nuestra calidad de vida por esta enfermedad o su tratamiento.

  • ¿Qué cambios he notado en la capacidad para moverme y realizar actividades diarias como bañarme, vestirme y comer en los últimos seis meses?

  • ¿Cómo afecta el dolor o cualquier otro síntoma a nuestra calidad de vida?

  • ¿Estamos haciendo viajes más frecuentes a la sala de emergencias del hospital?

  • ¿Qué es verdaderamente importante para la persona a la que cuido? ¿A mi? ¿A otros cercanos a nosotros?

  • ¿Qué tipo de asistencia podría liberar más tiempo o energía para gastar en aquellas cosas que son más importantes para nosotros?

  • ¿A quién puedo llamar cuando tengo una pregunta o inquietud en medio de la noche o durante el fin de semana?

  • ¿Cómo afectan las responsabilidades del cuidado a mi vida diaria? ¿Mi salud?

  • ¿Cuál es nuestro plan de respaldo si me pasa algo?

Pareja de ancianos sonrientes
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